A punto estuvieron las pilas de agotarse, de
volver a la radio de galena, ... por fortuna
lo que comenzó como
tragedia, por los forcejeos en
el segundo acto, mudó a sainete, dando a luz un final de
película americana.
Hoy, a los 35
años, el recuerdo del sainete sigue congelando la sonrisa.
PD.
Un "Goya" especial a los que cambiaron el guion.