Los
pinceles de Rubens, Goya y Picasso se han inspirado, o han disfrutado, con el
desnudo femenino. Eran tiempos donde no se exigía la protección de datos y las
formas femeninas podían exhibirse cual
bodegones de frutas para ayudar a despertar el apetito de los nobles. Los artistas cubrieron esta demanda con inspirados
cuadros que hoy podemos contemplar en museos y libros.
En definitiva, bienvenidos sean los
artistas que resuelven los problemas regalándonos magnificas obras de arte, aunque quizá, en el caso de los desnudos, la naturaleza tenga también algún mérito.
Bello texto, bella imagen.
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