Por fin los españoles nos hemos puesto de acuerdo en algo. Todos los días a las 8 de la tarde, ya sea desde la ventana o desde el balcón, salimos a aplaudir a los que, sin apenas seguridad, se han puesto a ayudar y salvar vidas. Hasta que llegue la vacuna, se necesitaran más acuerdos para disminuir los efectos sociales del “bichito”, pero tiempo habrá para ver si los interinos del Congreso se ganan o no el aplauso por el pacto que alcancen.
Es cierto, este tiempo tan extraño para todos, qué pensarán los niños, vivir encerrados en el mismo espacio todos los días, y los pobres abuelos sin poder disfrutarlos con su alegría.
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