02 noviembre, 2010

La Boda

La boda que tiene más representaciones que el Tenorio, es el acontecimiento que mayor atención social concita desde que se dejaron de hacer las ejecuciones en las plazas públicas.

La boda, que con anterioridad se hacía para unir reinos y haciendas, hoy es el punto de partida para tener una hipoteca en común sobre la casa o nido de la pareja. Matrimonio y patrimonio tienen en común algo más que la similitud fonética. Del pasado se mantiene el papel primordial que la novia tiene como “Reina por un día”, siendo el centro de atención de todos los flashes y miradas. El novio, por el contrario, suele hacer de figurante y si sale en las fotos es porque sirve para equilibrar los encuadres donde la novia luce su espectacular vestido, de modelo exclusivo.

La comitiva va ataviada para la ocasión con traje típico, que no disfraz, y por su papel paciente, de coro y testigo del evento, los invitados son agasajados con un banquete donde la cantidad suele ser el elemento evaluador de la generosidad de la nueva pareja.

Recientemente en la boda se han introducido ciertas novedades, de modo que la pareja puede ser del mismo género, lo que ha dado al traste con la “gracieta”: ¿yo vengo de parte del novio y tú?

No hay comentarios:

Publicar un comentario