Dicen que nos diferenciamos de los animales en el hecho de pensar, pero lo
que más nos diferencia de ellos es nuestra pereza para sujetar la cabeza con
ideas propias. No pensar y dejarse llevar parece una tendencia, no sólo de la primavera, sino de las cuatro estaciones.
¡Hemos pasado del “pienso luego existo” al “existo
para no pensar”!
El dibujo, una belleza. El texto muy sustancioso, el tiempo pasa deprisa.
ResponderEliminarMuchas gracias Carmen, abrazos
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