El gato pasa las horas disfrutando gratis el calor del sol, en postura ecológica, de escasa pérdida de calor, y en pose estudiada para llamar la atención de pintor o fotógrafo.
El felino es un animal muy suyo, que siempre ha sabido recibir sin apenas dar y lograr sin apenas arriesgar. Se sienta en el mejor sillón de la casa o en el mejor poyo de la fachada (como en la foto)
¡Cuantos humanos, sin tener los ojos rasgados, son como los felinos, apenas dan, y su meta es estar siempre lo más cerca posible “del sol qué más calienta”, vamos, unos ecologistas!
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