El Rolls Royce, icono del poder y demás vanidades humanas, tuvo su antecesor en el caballo. Los señores se elevaban, de sus siervos y de la plebe, por la altura del animal.
Hoy es el coche uno de los símbolos más importantes de la posición social pero lo que eleva, a unos por encima de los otros, no es la altura, sino el tamaño del talón que ha tenido que firmar para disponer de las llaves de ese coche.
Donde quedó el Mercedes Nanete???
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